El drama del Turismo local: “Necesitamos que se aplique una cuarentena inteligente”

El 18 de marzo, cuando ya se anticipaba que el presidente podía ordenar lo que luego fue la cuarentena más larga de la historia, el complejo Turístico “Pampas del Sur” cerró sus puertas al público. 
 
Dos días después se dictaba el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio en todo el territorio nacional. Solo el personal esencial podía circular para dirigirse a sus empleos. Cerraron los aeropuertos, se limitó la circulación entre las provincias y rápidamente se prohibió el turismo como forma de evitar la circulación del CORONAVIRUS. 
 
Sin saber mucho sobre este virus, emprendimientos turísticos como estos pasaron a sufrir una irreparable pérdida económica.  
 

En comunicación con Cañuelas al día, el Ingeniero Adrián Pistolesi de “Pampas del Sur” explicó que en un principio tenían como para aguantar uno o dos meses. Pero desde hace poco más de cinco meses no hubo protocolos que beneficien a este tipo de emprendimientos. 
 
Al igual que comentaba hace unos días Carlos Bonavita del Hotel Libertad, uno de los grandes inconvenientes que tienen es que ellos deben seguir pagando impuestos y servicios como el mejor mes trabajado. 
 
“Recibimos facturas de luz por 128 mil pesos”, explicó Pistolesi. “Estamos rascando la olla”, agregó para que se tome dimensión del sacrificio que es mantener un lugar así. Además, explicó que son 19 las familias que dependen del trabajo en Pampas del Sur. “Es crucial para nosotros preservar el trabajo de estas 19 familias de Cañuelas”. 

 
En zonas como Máximo Paz, Petión, Casares, y hasta en Cañuelas centro, se supo de casos en los que se alquilaba de forma temporal a familias o a empleados de empresas que llegaban a Cañuelas por un tiempo breve. 
 
La competencia al menos "desleal". Varias de las propiedades que se alquilan de forma temporal no están declaradas como tal, entonces no tienen los mismos gastos fijos que los hoteles que entran en una categoría comercial. 
 
Si bien el municipio tuvo un intento de corregir este tipo de maniobras irregulares, al estar por fuera del sistema legal, es muy difícil llegar a cada caso en particular y es aquí donde realmente s necesita de la voluntad y honestidad de las personas.  
 

Ante esto, Pistolesi manifestó: “Necesitamos que se aplique una cuarentena inteligente”. Ellos presentaron proyectos para que los deje trabajar con grupos familiares convivientes en donde se buscaría respetar las normas de higiene, distancia y cuidados básicos a los que cada vez más nos vamos a tener que ir acostumbrando a vivir. 
 
Sin tener un panorama certero, tienen la esperanza que se van a poder llegar a un acuerdo si se trabaja generando ideas en conjunto. También resaltan la necesidad de contar con el estado como mediador entre las empresas prestadoras de servicios para que se cobren tarifas reales. 
 
Teniendo en cuenta que Cañuelas es una ciudad en la que por muchos años ostentó su turismo rural y gastronomía típica, lo que están viviendo parece una película de terror. “Pensar en cerrar me da escalofríos” dijo el Ingeniero a quien se lo escuchó conmovido por el difícil momento que afronta el y todo el turismo local.