Vio la bandera caída y tuvo un gesto para imitar

Gustavo Angó es un cañuelense que pasó 10 años de su vida a cargo de las comunicaciones dentro del Ara San Juan (Submarino que luego se hundió submarino a 907 metros de profundidad, a unos 500 kilómetros del Golfo San Jorge, a la altura de Comodoro Rivadavia).

Durante la tormenta que azotó a Cañuelas y gran parte de la provincia de Buenos Aires, el marino se encontraba pasando casualmente por la Plaza San Martín y vió algo que lo conmovió y lo hizo reaccionar.

La enorme bandera argentina no flameaba desde lo alto del mástil, sino que se encontraba caída y arrastrando, probablemente porque el peso del agua venció el soporte. 

La zona no estaba deshabitada, varios vecinos pasaban por allí. La bandera está ubicada frente a la Iglesia Nuestra Señora del Carmen y a menos de 50metros de la Municipalidad. Una sola persona notó que esa situación no podía continuar así. “Con o sin uniforme soy un marino”, decía Ango en su relato conmovedor.

“Vi mi bandera así.. Arrastrándose bajo la lluvia y el viento... La gente pasaba, corría, los autos también entonces, no importaron los rayos el deber de soldado manda, la levante y la aduje cual mástil de popa... Y así la deje me sentí tan bien. No importo el diluvio al fin y al cabo con o sin uniforme soy un marino.

Desde niños nos enseñan y hasta se hace en los colegios una Promesa de lealtad a la Bandera. La fidelidad, no es solamente a las tradiciones y a los valores sino también al respeto a nuestros símbolos patrios. 

El 20 de junio, Día de la Bandera, niños de distintos puntos del país la promesa de lealtad. También lo hacen oficiales y suboficiales profesionales (médicos, enfermeros y de Sistemas de Cómputos de Datos, de reclutamiento local), soldados, cadetes y aspirantes del Ejercito Nacional. 

Gustavo dio a la sociedad un hermoso ejemplo de no mirar para el costado, comprometerse y una vez más demostró su lealtad a la Bandera Argentina.