Intervención cardíaca exitosa en el Hospital Regional

Un paciente de 55 años portador de una cardiopatía isquémica con lesiones obstructivas de las arterias coronarias fue intervenido exitosamente en el Hospital Cuenca Alta Néstor Kirchner.
 

La intervención estuvo a cargo del Dr. Jorge Troncoso, cardiocirujano coordinador de la unidad de Cirugía Cardiovascular Central y Periférica, y el equipo intervencionista del servicio de Cardiología del Hospital Cuenca Alta Néstor Kirchner. Se trata del mismo equipo profesional que el pasado 10 de enero realizó la primera cirugía cardiovascular del establecimiento.
 

El paciente (oriundo de 3 de Febrero), fue derivado para su intervención presentando “una cardiopatía isquémica crónica sintomática para angor (dolor de pecho), por lo que se decidió su intervención de urgencia ante el riesgo de sufrir un infarto de miocardio”, explicó Troncoso.

La intervención se concretó el pasado 31 de enero a través de la “realización de tres by pass aorto coronario, en una cirugía de revascularización miocárdica que nos permitió resolver la complejidad de la patología del paciente”.

“Su rápida recuperación y evolución satisfactoria posibilitaron que el paciente recibiera el alta de internación el lunes 5 del corriente, para continuar con los cuidados correspondientes en su domicilio, además de los controles cardiológico, de cirugía cardiovascular y de rehabilitación”, indicó el Dr. Troncoso.

El equipo aseguró que este procedimiento de alta complejidad fue posible gracias a la incorporación del angiógrafo de la Unidad de Hemodinamia, equipamiento que permite mapear el sistema vascular permitiendo, como en este caso, ubicar obstrucciones causadas por ateroesclerosis, endurecimiento de las arterias.

Cabe recordar que los pacientes con cardiopatía isquémica tienen riesgo de sufrir infarto agudo de miocardio, además de insuficiencia cardíaca, patologías con una alta tasa de mortalidad, que generalmente se manifiestan con dolor en el pecho e incapacidad para realizar tareas habituales.
 

La cirugía de revascularización miocárdica consiste en la interposición de un conducto biológico que puede ser una vena o una arteria del propio paciente a las arterias coronarias obstruidas, de tal manera de irrigar los territorios isquémicos.

Este procedimiento fue diseñado por René Favaloro en 1967 en la Cleveland Clinic de Estados Unidos y por Vasilii Kolesov en 1964 en Rusia.