Toma de terrenos y muerte en La Matanza: El comunicado del Obispado

Durante la tarde del domingo, en Gonzalez Catán se vivieron horas de terror cuando cinco personas fueron asesinadas en medio de una disputa por terrenos. Los disparos se intercambiaron durante una “asamblea”. Las durísimas imágenes de los enfrentamientos y de los heridos fueron publicadas en las redes sociales donde se podía ver además la desesperación de los testigos.

Si bien hay varias versiones en las que se habla de llamados al 911, desde la Policía Bonaerense se manifestó que los oficiales que llegaron al lugar “fueron hostilmente rechazados por algunos individuos de la comunidad”.
 

El enfrentamiento dejó 5 muertos y al menos 8 heridos. Al respecto, la iglesia emitió un comunicado en el que se solidariza con las familias afectadas y apunta contra las autoridades, exigiéndole a las autoridades que “tomen cartas en el asunto”. En el escrito se recalcó que este conflicto lleva mucho tiempo. “Hace algunos meses poníamos de manifiesto la situación de violencia que se vive en nuestros barrios. Violencia generada por los mercaderes de la muerte que desde organizaciones narco y delictivas de todo tipo tienen apresadas a nuestras familias y sobre todo a nuestros jóvenes”, cita parte del texto que lleva firma de Monseñor Jorge Torres Carbonell, obispo de Gregorio Laferrere, y de Monseñor Eduardo Horacio García, obispo de San Justo.
 

“Queremos solidarizarnos con las familias que ayer sufrieron la violencia y hoy lloran el asesinato de sus seres queridos por estas organizaciones del mal y del crimen que actúan impunemente en nuestros barrios y territorios aprovechándose de la necesidad de los más pobres y frágiles”, continuaron diciendo.

Sobre la identificación de las víctimas, se pudo saber que hay tres ciudadanos argentinos, uno peruano y una quinta persona cuya nacionalidad aún no ha sido determinada. Sobre esto, el comunicado dice: “Lo más importante es poder acompañarnos y comprender las necesidades que se tratan de concretar en un terreno, en una vivienda. Por eso, en este momento tan triste y de gran desolación que están viviendo hermanos, sean de la nacionalidad que sean, tenemos que estar cerca y pedirle a Dios y a nuestra Madre que los proteja”.
 

“Junto con nuestra oración hacemos el pedido imperioso a las autoridades para que establezcan los medios necesarios y que no sigamos llorando la muerte violenta de tantos hermanos nuestros”, finaliza el texto.