Dolor por la muerte de Gustavo Angó

En el 2017, la tragedia del ARA San Juan, nos llevó a conocer a Gustavo Ango. Este vecino de Cañuelas, pasó 10 años de su vida en el submarino que mantuvo en vilo al país tras desaparecer en aguas del Océano Atlántico. (El ARA San Juan se hundió a 907 metros de profundidad, a unos 500 kilómetros del Golfo San Jorge, a la altura de Comodoro Rivadavia).

A principio del 2020, en medio del temporal volvimos a saber de Gustavo cuando al pasar por la Plaza San Martín había notado que la bandera estaba caída. Él tuvo un gran gesto, un ejemplo de patriotismo una vez más demostró su lealtad a la Bandera Argentina. “Vi mi bandera así.. Arrastrándose bajo la lluvia y el viento... La gente pasaba, corría, los autos también. Entonces no importaron los rayos, el deber de soldado manda. La levante y la aduje cual mástil de popa... y así la dejé. Me sentí tan bien. No importó el diluvio, ya que al fin y al cabo con o sin uniforme soy un marino”, nos contaba Angó en ese momento.

Luego llegó la pandemia y su pareja Andrea Bordón había puesto en marcha el grupo barbijos solidarios. En ese momento no se conseguían barbijos ya que la mayoría estaba destinada al personal de salud y “esencial”. Ella junto a un grupo comenzaron a fabricar de forma artesanal cubrebocas que eran entregados principalmente a personal de la fuerza que se encontraban muy expuestos al COVID19 mientras trabajaban.

Fue allí cuando Angó llevó cientos de barbijos a sus compañeros del Edificio Libertad donde estaban parte de sus compañeros de las Fuerzas Armadas.
 

En la madrugada de hoy, falleció Gustavo Angó debido a un problema cardíaco. Su familia, amigos, vecinos y compañeros quedaron tan sorprendidos como devastados.
QEPD