19/04/2024 - Edición Nº1962

Política | 17 may 2021

EDUCACIÓN

¿Y si no eran las clases?: Te contamos como están los casos a dos semanas de suspender la presencialidad 

En 15 días los casos aumentaron y se superaron los 100 muertos. Salvo las clases, todo siguió igual. 


Por:
CAÑUELAS AL DIA

Desde el lunes 3 de Mayo, Cañuelas se sumó al grupo de municipios del AMBA en los que se suspendieron las clases presenciales. Pero la Fase 2 solo se aplicó para la educación.
 
En aquel momento, la Presidenta del Consejo Escolar aseguraba que se trataba de una medida temporal y confirmaba que había sido una decisión del Gobierno provincial, la cual Cañuelas tenía que acatar.    
 

La medida había llegado a Cañuelas en un sorpresivo mensaje emitido el Domingo 2 de mayo a última hora de la noche. Las familias rompieron todos sus esquemas para poder adaptarse a esta nueva normalidad tan cambiante minuto a minuto. 

Hasta fines de abril, solo el 1% de las burbujas habían sido afectadas por el Covid-19. Ante esta medida hubo marchas frente al municipio, pero la decisión no era algo que se definía a nivel local. Fue el propio Kicillof quien quiso diferenciarse de Larreta (CABA) y aferrarse a rajatabla a la palabra del presidente, porque no tenemos que olvidar que el Gobierno está en campaña. 
 
El 3 de mayo, el informe oficial decía que había 189 casos activos. A 15 días de la suspensión de clases el número de casos activos es de 246 y el número de muertos superó la barrera de los 100 casos. 
 
Es aquí donde cuestionamos que es lo que falla a nivel local, porque claramente no eran las clases. Los niños cumplen mucho mejor que cualquier adulto los protocolos del Covid19 y segun explicaron desde el Consejo Escolar solo sería un 10% los docentes que no se anotaron para recibir la vacuna. Siendo a su vez durante estos días cuando la mayoría de los docentes fueron inoculados con segunda dosis.  
 
Los bares siguen llenos, sin cumplir distancias y se rompen todas las burbujas sanitarias. Las parrillas reciben turismo como si estuviéramos en el 2019, las canchas de futbol solo quitaron el turno noche, pero al igual que se maneja el futbol, tienen sus propias reglas a la hora de los protocolos. Los supermercados no respetan las cantidades mínimas, aunque siguen con los cartelitos en sus puertas a modo de pantalla.   
 
 
A horas del anuncio del presidente, quien aseguró que la próxima medida es “cerrar todo”, fallan los controles. Básicamente no existen. En los accesos a la ciudad toman la temperatura “al boleo”, cuando con un año de pandemia encima ya se sabe que no es el único indicador y que por varios días las personas pueden circular siendo asintomáticas. 
 
Tenemos calles cerradas con terraplenes como si eso hiciera alguna diferencia. ¿De qué sirve complicar en tránsito en la semana, si los fines de semanas la ciudad estalla de turistas sin controles?.  
 

Cada vez son más jóvenes los que ocupan camas de terapia, pero los que se mueren son los mayores y los que tienen patologías previas. La economía ganó ante la salud. La presencialidad parece haber sido un capricho del Gobernador en su pelea política de cara a las próximas elecciones. Lo indispensable era (al menos a nuestro criterio según la evidencia) reforzar los controles. 

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