U.P.D: “Los hicieron arrodillar y exigían que les devuelvan un celular mientras los apuntaban con un arma” 

(NOTICIA EN DESARROLLO)
En la noche de ayer, un grupo de 15 chicos de la Escuela Estrada se juntaban en el Barrio San Ignacio a festejar el UPD (Ultimo Primer Día).  
 
El último primer día, o mejor conocido como sus siglas UPD, es un festejo que realizan los estudiantes adolescentes en alusión a su último primer día en la secundaria. El UPD se comienza a festejar una noche previa al comienzo de clases, con la condición de permanecer despierto hasta ingresar al colegio al día siguiente. 
 
Lo que debería ser un día para no olvidar, se convirtió en una noche de terror. Los padres aseguraron que una pareja irrumpió apuntando a los jóvenes con un arma y haciéndolos arrodillar mientras les exigían que devuelvan un celular que presuntamente se habían robado. 

En su relato, una de las mamás explicó que el hijo de los agresores llegó a la fiesta, pero él no estaba invitado. “Para que no hubiese conflictos le hicieron pagar la entrada correspondiente como todos y lo dejaron de ingresar”. 
 
La mujer también explicó que una vez que este chico estaba dentro de la quinta, comenzó a hacer disturbios porque le habían robado el celular. Por esto hubo una primera pelea y los estudiantes organizadores lo echaron de la fiesta. 

Este grupo de padres asegura que el chico volvió a la quinta junto a sus padres y uno de ellos tenía un arma. Luego de entrar, el acusado los habría hecho arrodillar mientras los apuntaba con su arma. Además la mujer, madre del chico y pareja del hombre armado habría cerrado la puerta para que nadie salga del lugar “hasta que no aparezca el celular”. 
 
“Le apuntaron a mi hijo con el arma en la cabeza”, dijo la madre de uno de los chicos. También agregó que el joven que fue participe de la primera pelea estaba encerrado en un baño aterrado y logró escapar saltando un paredón “porque el hombre lo esperaba con el arma”. 
 
Todos los chicos que pudieron corrieron escapando de ellos, saltaron alambrados y paredones lastimándose. En la calle pedían ayuda a la gente y nadie los ayudo”0 
 
“¿Que hacen ustedes si le apuntan en la cabeza a su hijo de 17 años? ¿y si se le escapa un tiro?, escribe la denunciante en sus redes.  
 
Ya en la Comisaría de Cañuelas un grupo de padres aseguran que eran 20, la mujer en redes que eran 15. Otras versiones indican que eran más del número permitido en reuniones privadas teniendo en cuenta que Cañuelas y todo el país aún se encuentra en pandemia y hay muchísimas restricciones de acercamiento. 

Además, estos jóvenes que se juntan en todo el país, luego son parte de distintas burbujas a la hora de ir a clases, lo cual resulta todo muy confuso y despierta todo tipo de críticas. 

 
Por ahora solo con la versión que se replica en redes sociales, podemos contar que se trata de una pareja donde él trabaja en una remisería de Cañuelas y ella en una peluquería- 
 

AMPLIAREMOS.