Tercer caso de COVID-19: rompió el silencio la doctora infectada 

Comunicado de la doctora que fue confirmada como el trecer caso de COVID-19 de Cañuelas: 
 

“Mi nombre es María Claudia Piquin, soy medica de emergencias en AYMED desde hace 14 años y hago consultorio de psiquiatría. También trabajo en el Hospital Marzetti atendiendo emergencias psiquiátricas.  

También soy el tercer caso positivo de corona virus en Cañuelas. Estoy bien, asintomática y aislada, cómo se aclaró ayer en el comunicado que emitió AYMED.  

Quiero aclarar que pedí reserva de identidad porque, en principio, la ley me ampara en este derecho y porque necesitaba tramitar la angustia que genera cualquier diagnóstico. Jamás fue para evitar “escarches” como se mencionó en alguna publicación. ¿Qué hay que escrachar? ¿De qué habría que avergonzarse? No hay nada que ocultar, estamos en medio de una pandemia y por mi profesión estoy expuesta y decidí asumir el riesgo y seguir con mi trabajo, porque es lo que amo hacer y lo que hago para vivir.  Y a pesar de los cuidados y las precauciones pasó, me contagié. 

No voy a responder los comentarios y opiniones que leí en estas 24 hs, porque son de un nivel de suspicacia, intolerancia y poca empatía que no voy a entrar en ese terreno. Solo voy a aclarar, porque involucra a otra persona, que la expresión “contacto estrecho” es una definición epidemiologica, que es bien diferente de “contacto íntimo” como se sugirió por ahí.  

Ayer hablaba con una persona que conozco y a quien quiero y respeto, que publicó un comentario con un nivel de intolerancia importante. Le dije que era yo la persona de la que hablaba, me pidió disculpadas y me dijo “no sabía que eras vos”.  Eso me dejo pensando cual es la diferencia si soy yo o es otro...que cambia si soy alguien a quien querés o si soy un desconocido? Y estoy segura que nada debería cambiar, que deberíamos ser más empáticos con los otros, sea quien sea el otro.  

Pero también entiendo que esta situación produce temor y eso genera angustia y cada uno “descarga” esa angustia cómo puede, muchos lo proyectan en el otro, otros necesitan demonizar al otro, otros se solidarizan...cada uno según su esencia, su estilo y el manejo que pueden hacer de la angustia. 

Les agradezco a todos los que me mandan mensajes, me dan ánimo y fuerza para atravesar esta situación, de la que estoy segura voy a salir al igual que el Boty y Marcelo con quienes estamos comunicados y nos damos fuerzas mutuamente.  

¡Gracias a todos y nos vemos a la vuelta!