Te contamos de que se trata este fenómeno de las "cucarachas de agua" que más de uno padeció durante la nochebuena.
Las "cucarachas de agua" son en realidad chinches acuáticas gigantes (familia Belostomatidae), cuya reciente aparición masiva cerca de la Navidad en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se debe a factores climáticos específicas: altas temperaturas, humedad, baja presión atmosférica y precipitaciones recientes, que alteran su ciclo de migración y los atraen a zonas con luz. No son cucarachas verdaderas.
Los especialistas afirman que cuando cambien las condiciones meteorológicas, estos ejemplares dejarán de ser tan notorios.
Su picadura no es venenosa ni representa un riesgo sanitario; sí puede resultar muy dolorosa y provocar una roncha grande. La recomendación principal es no tocarlas ni intentar aplastarlas, apagar luces exteriores, cerrar las ventanas o colocar mosquiteros para impedir su ingreso a las viviendas.
Según datos de la plataforma ArgentiNat, de la Fundación Vida Silvestre Argentina, presentan cuerpos aplanados y robustos, en especies grandes alcanzan más de 12 centímetros de longitud.
Ojo, parece que tienen una función muy importante para el ecosistema: Regulan poblaciones de pequeños vertebrados e invertebrados, como renacuajos, peces pequeños, salamandras y otros insectos. Su presencia masiva en cuerpos de agua estacionales garantiza la depredación efectiva de especies oportunistas, lo que equilibra la biodiversidad local.