Convocan a familias de todo el país para adoptar a tres hermanitos cordobeses

Por pedido del Juzgado de Control, Niñez, Adolescencia, Penal Juvenil, Violencia Familiar, Género y Faltas de la ciudad de Río Segundo, el Registro Único de Adopción de Córdoba convoca a personas, familias o parejas radicadas en el ámbito de todo el país que se sientan en condiciones de ahijar a un grupo conformado por tres hermanos: una adolescente de 13 años, un niño de 9 años y una niña de 7 años de edad.

Los interesados deberán ingresar a la web del Registro Único de Adopciones, seleccionar la convocatoria de referencia 012/24 y completar el formulario de inscripción.

La nena mayor de los tres hermanos tiene 13 años. Sobre ella: es afectuosa, comunicativa y colaboradora. Disfruta del patinaje y de actividades artísticas como el dibujo y la pintura. Es sociable, expresa sus emociones y tiene autonomía en sus hábitos diarios. Actualmente cursa cuarto grado de primaria y requiere apoyo en su aprendizaje.

El niño de 9 años es dinámico y curioso. Le apasionan el fútbol y los autos. Se relaciona con sus pares y desarrolla hábitos diarios de manera independiente. Asiste a tercer grado de primaria en jornada reducida y recibe acompañamiento para fortalecer algunos aspectos conductuales.

La hermana menor tiene 7 años, se destaca por su alegría, cariño y facilidad para la comunicación. Comparte con su hermana el gusto por el patinaje artístico y tiene un desempeño escolar acorde a su edad.

Los tres hermanos presentan buen estado de salud a nivel general. Reciben acompañamiento psicoterapéutico para transitar su situación actual y su historia vital. Presentan hábitos y responden de manera adecuada a las pautas de convivencia del hogar de resguardo.

Los tres hermanos mantienen vínculo fraterno caracterizados por lazos de afecto estrechos entre sí, por lo que se procura que permanezcan juntos. Se espera que quienes se postulen puedan brindarles el entorno de contención, afecto y acompañamiento que necesitan.

Se pretende un entorno familiar afectivo, de contención y protección, que los estimule respondiendo a las necesidades del grupo fraterno, que pueda garantizar la continuidad del acompañamiento profesional que reciben, favoreciendo así el desarrollo integral de cada uno de ellos.