"La paciencia tiene un límite..." decía el Diego S. Lopez, Presidente de la Sociedad de Fomento de Villa Mónica de Máximo Paz, quien va a cumplir un año en el cargo y asegura haber realizado más unas 20 notas de reclamos dirigidas a la Intendenta Marisa Fassi.
En esas notas, llegó hasta ofrecerle trabajar en conjunto al municipio con la gente del barrio y que hasta ahora no tiene respuestas sobre ninguno de los planteos. Esta falta de respuestas llevó a la decisión de organizar una reunión vecinal para unificar el reclamo.
Uno de los reclamos se hizo sobre el mal estado de las calles. Con el agregado de que las veces que han visto las máquinas municipales, ha sido para solo de paso y como consecuencia dejaron un "zanjon" de una cuadra de largo. "Cuando llueve es imposible transitar, solo pedimos que las arreglen".
Otras de las cartas remarcaron la falta de tendido eléctrico en la zona y los problemas que trae tener un barrio a oscuras, sobre todo a nivel inseguridad. Limpieza; zanjeo; seguridad; finalización del playón de la plaza pública (obra comenzada en el 2015); falta de recolección de residuos, son parte de la lista de reclamos a los que estos vecinos hoy le dicen "BASTA" porque solo piden que quieren "vivir como corresponde".
Como motivo de la junta vecinal, el presidente de la Soc de fomento argumenta que tiene "el derecho a ser escuchados" por ser parte de Cañuelas. Aquí se repite el discurso de cientos de vecinos de Máximo Paz que asegura que solo son escuchados cuando llegan las elecciones.
Ellos aseguran tener un compromiso por parte de la Intendenta “de palabra”, de que iban a llegar los arreglos a la brevedad. "Fue un compromiso que no se cumplió", aseguró.
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