Una investigación epidemiológica y genética identificó un producto lácteo de elaboración artesanal producido de manera industrial a pequeña escala.
Las autoridades sanitarias identificaron a la planta productora del queso como el foco principal de contaminación.
Según informó el Boletín Epidemiológico Nacional, los casos vinculados se detectaron, en su mayoría, en las provincias de Buenos Aires y Tucumán desde diciembre de 2024, lo que evidencia la persistencia de la transmisión durante varios meses.
¿Qué es la listeriosis?
Es una enfermedad ocasionada por el consumo de alimentos contaminados con una bacteria que se encuentra tanto en el agua como en el suelo, denominada Listeria monocytogenes. Este microorganismo crece aún a temperaturas de refrigeración, pero es eliminado por calentamiento durante la cocción.
¿Qué alimentos la transmiten?
Existen animales que, aun sin presentar síntomas, son "portadores" de la bacteria en sus intestinos, pudiendo resultar contaminados los productos cárnicos y lácteos que de ellos se obtengan. Los alimentos que más frecuentemente se han visto involucrados en los brotes de enfermedad son:
¿Cómo se previene la enfermedad?
Se recomienda:
Higiene
Conservación
Mantener la higiene de la heladera.
Separación de alimentos
Evitar la contaminación cruzada entre alimentos crudos y cocidos o listos para consumir, mantenerlos separados durante la compra, preparación y conservación en heladera o freezer.
Cocción
Evitar el consumo de:
¿Cuáles son los síntomas?
La sintomatología de la enfermedad es variable, desde escalofríos, fatiga, náuseas, vómitos, fiebre, dolor de cabeza, diarrea y dolor de estómago, hasta una forma más severa manifestada por meningitis, septicemia y abortos en mujeres embarazadas. El período de incubación varía entre 12 horas y 2 meses.
¿Quiénes presentan mayor riesgo de padecer la enfermedad?
No todas las personas que ingieren alimentos contaminados con esta bacteria contraen la enfermedad. Ello depende de la susceptibilidad y del estado de salud de cada individuo. Resultan con mayor riesgo de padecerla las mujeres embarazadas, los recién nacidos, los ancianos y los individuos inmunológicamente deprimidos (por ejemplo: enfermos con SIDA, cáncer, pacientes tratados con drogas inmunosupresoras, etc.). Además, la mujer embarazada puede transmitir la enfermedad a su bebé a través de la placenta, con la posibilidad de ocasionar un parto prematuro, aborto o alguna alteración en el recién nacido.